Al menos dos pabellones y medio centenar de internos protagonizaron el sábado y, por varias horas, un intento de motín. Son los últimos reos, de máxima seguridad, llegados hace pocos días a la flamante Unidad Penitenciaria Nº1, a los que la nueva forma de requisa, les arruinó el hasta hace algunas semanas atrás, redituable negocio del ingreso de estupefacientes. En medio de los conflictos, los afectados directos fueron los familiares, que por culpa de los incidentes y la falta de estructura que los contenga, quedaron a mereced de la lluvia y el viento, sin posibilidad de visita. Hubo un nuevo reclamo de la Red de Derechos Humanos.
Los primeros incidentes tuvieron lugar pasado el mediodía, cuando, en una de las requisas, los agentes del Servicio Penitenciario descubrieron a algunos familiares pretendiendo ingresar estupefacientes para los reos, pero los nuevos protocolos de control, mucho más estrictos y más eficientes, frustraron la vieja forma de llevar a cabo los “negociados” intramuros, lo que -era cantado- desató la furia de quienes manejaban la venta de drogas en la vieja Cárcel Nº1, al costado del Puente Belgrano. Pero lo más increíble, es que fueron los mismos presos, quienes quedaron expuestos al filmarse en varios videos, con “púas”, “facas” y todo tipo de armas blancas, dispuestos a enfrentar a los efectivos del ETOP (Equipo Táctico de Operaciones Penitenciarias), como lo hacían antes en el viejo Penal, lo que costó muchas vidas. Afortunadamente, en esta ocasión, no pasó a mayores, ya que los grupos tácticos sólo estuvieron fuera del penal hasta que los ánimos se fueron calmando.
La nueva estructura, con puertas reforzadas y vidrios blindados, contuvo a los reos y su furia hasta pasada la medianoche. De hecho, en ninguna de dichas filmaciones difundidas por los propios internos, se ve algún choque entre ambas partes.
Pero no todas son flores, porque estos mismos videos dejaron en evidencia una enorme falla, que deberá ser motivo de investigación, ya que en las imágenes se ve a una docena de presos portando elementos punzo cortantes que no queda muy claro cómo los obtuvieron en tan poco tiempo y en una estructura interna que en nada se parece con la anterior cárcel. La falta de comunicado oficial desde el Servicio Penitenciario Provincial sobre lo sucedido, también llamó la atención.
Reclamo de Derechos Humanos
En tanto, ayer, la red de Derechos Humanos de la Provincia hizo público un comunicado en el cual aseguran que el complejo presenta fallas de todo tipo, como demoras en las requisas para el ingreso, en las que se pierden hasta 2 horas para los visitantes y, en el caso de ayer, la falta de infraestructura para contener a todos los familiares que aguardaban bajo la lluvia poder entrar a ver a quienes están cumpliendo condena y esperan hasta dos semanas para poder compartir con los suyos unas pocas horas.
El comunicado, también hace hincapié en el destrato hacia las familias, problemas cloacales y letrinas tapadas en el nuevo edificio de la UP 1. Finalmente, ponen un manto de sospecha con respecto al hallazgo de estupefacientes que, agregan, no se dio en los controles iniciales, sino con la visita ya dentro del penal.
Seguramente mucho para investigar y modificar, para evitar nuevo levantamientos.